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Los módulos lamelares, generalmente fabricados en PVC o PP, son unos perfiles bastante frágiles para acelerar la sedimentación de partículas en los decantadores de las EDAR y las ETAP. Con un estudio y el buen dimensionado de las lamelas se puede llegar a multiplicar por 4 el rendimiento del decantador.

Para mantener el rendimiento conseguido con el buen dimensionado de los módulos lamelares, hay que seguir una rutina de mantenimiento efectiva como mínimo una vez al año.

Algunas de las averías típicas que presentan los decantadores lamelares en los que no se hace un buen mantenimiento son:

–  Obturación de las lamelas

–  Deformaciones de los módulos

–  Rotura de los perfiles lamelares

–  Caída de la estructura soporte por la colmatación de las lamelas.

A continuación se detalla cómo hacer un buen mantenimiento del lamelar:

1.   Con el decantador lleno de agua, manguear la superficie del lamelar con agua a presión. Mientras se pasa el agua por toda la superficie lamelar se debe bajar lentamente el nivel del agua del sedimentador. Es importante diluir la materia orgánica adherida en las paredes de las lamelas, evitando que esta se reseque y reduzca la capacidad de decantación.

2.  Mientras se manguea la superficie lamelar se debe vaciar lentamente el decantador. El sistema rascador o extractor de lodos debe de estar en funcionamiento para eliminar la materia que se está limpiando.

3.  Con el decantador vacío de agua se debe hacer una inspección interna de los equipos. Se puede retirar uno de los paquetes lamelares para permitir el descenso al fondo del decantador y facilitar las tareas de inspección.

No se deben olvidar de revisar que:

– La estructura soporte, en caso que sea de hierro, no presente corrosión o degradación.

– Los paquetes lamelares se apoyen correctamente a la estructura soporte.

– No queden partes del lamelar obturadas.

– En caso de haber partes del lamelar obturadas por lodo, asegurar que no se formen canales preferenciales que disminuyan la eficiencia del lamelar.

– El estado del rascador de fondos, desgaste de ruedas y hormigón.

4.  Limpieza de los canales de recogida del agua tratada.

5.  Llenar despacio el decantador de agua y verificar que los lamelares lleven un sistema anti-flotante para evitar que estos se muevan de sitio y salgan de la estructura soporte por el empuje hidráulico del llenado.

Antes de proceder con la inspección de los equipos hay que asegurar que la estructura soporte del lamelar esté en buen estado y  no haya cedido por el peso del lodo. No siempre se dimensiona la estructura soporte teniendo en cuenta posibles colmataciones del lamelar: si 1m³ de lamelas pesa unos 50kg, el mismo paquete lamelar con un 100% de lodo puede llegar a pesar 1300 kg.

Se recomienda no dejar el decantador vacío por mucho tiempo, ya que la exposición continuada al sol podría debilitar el estado de las lamelas.